Tradición, Costa Rica gastronomía.

Hace ya dos años y un poquito más , empecé esta aventura en la cocina,  esta fue mi última semana en los salones de clase.... he cocinado desde platillos Europeos fascinantes, exóticos de la India, y deliciosas recetas de rincones que ni sabía que existían.

Cocina de las Américas.... me tocó cocinar platillos típicos de mi país, que no sabía preparar y que ni sabía que existían -sí lo sé, cómo es posible que esos platos fueran nuevos para mi-.
Y fue así  y estoy segura que un gran porcentaje de personas en mi país desconocen que es en realidad la "chanchleta" que hasta esta semana para mi era chayote hervido envuelto en huevo.... pero me vengo a dar cuenta que es un chayote relleno y hasta gratinado....
un pozol, sopa de mongongo, y un caldito de gallina achotada que POR DIOS, levantaría hasta a un muerto.
Hice un paseo por la diversidad de cultura que hay en mi país y en otros... pero en este post me concentraré  en mi pequeña Costa Rica.
 Siempre me dije que teníamos una ausencia de identidad gastronónmica y aún creo que es así... pero ahora de otra forma.
Los adultos de hoy, hemos dejado que la verdadera cultura gastronónmica tica se pierda, lo que es una lástima porque estamos privando a las generaciones más jóvenes de platos realmente ricos, y limitamos nuestras comidas al gallo pinto, el chifrijo y las tortillas, cuando tenemos por mucho más que ofrecer.
Desde los inigualables usos del maíz de la zona norte nuestra querida Guanacaste hasta los sabores exóticos de nuestro Carible.
No les miento cuando les digo que me chupé los dedos cuando terminé de probar el rice and beans que hice, o esa gallina achotada (siii aún no la supero, es delicioooosa).

Pero es responsabilidad nuestra el tratar de compartir un poquito más de nuestro tiempo con los abuelitos, esos viejitos de paso lento que pueden enseñarnos mucho más de lo que pensamos, y que muchas veces descuidamos por nuestro correr diario.

Así que sin importar el país en el que vivas, trata de sacar el tiempo de compartir con las generaciones más viejitas, y si de aprender esos secretos culinarios que sólo ellos conocen.
 

Me tomó tres años aprender la receta de los tamales de mi mamá, dos años hacer el rompope tan rico como el de ella, pero saben qué me sentí feliz y horgullosa de lograr pasar a una generación esos conocimientos de mami, que si bien espero que la vida me la preste por muchos años más, serían sólo un recuerdo cuando nos falte.

Y esque si lo pensamos bien, el aprender estas recetas ayudarán a mantener el recuerdo de nuestros viejitos vivo por siempre.
Amo cuando escucho familias que tienen algún tipo de tradición que viene de muchas generaciones atrás y que las nuevas generaciones continúan.
Eso espero hacer yo con las recetas de mami, y espero que mis sobrinos se apunten como lo hice yo para que puedan recordar a sus abuelos y sus tías en esos días en los que ya no estaremos con ellos.

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